Tiempo para cerrar la semana, en Neetmúsica, tiempo para escuchar nuestros discos. En esta primera mitad de la jornada, vamos a analizar un álbum que no se hizo esperar y que tuvo presentación en vivo en nuestro país de por medio. Pet Shop Boys siempre lanzó sus trabajos con 3 años de espera, pero esta vez, decidieron aguantar tan solo 10 meses. Aún tenemos la frescura de “Elysium” en los oídos y ahora, le sumamos “Electric”, el duodécimo material de estudio de los británicos. Corta espera arriesgada que veamos si tiene sus fundamentos.
Entrada conocida para unos movidos primeros minutos. El primer single, “Axis”, tiene mucha más coherencia en su versión extendida que en la que pudimos escuchar con anterioridad. De movida podemos sentir el dance y el synthpop a flor de piel, en una composición que comprende una interesante y análoga introducción para luego explotar en un muestrario de sintetizadores acompañados por un ritmo que ya conocemos. Un ritmo quirúrgicamente dance. La cuidada voz de Neil Tennant suena por primera vez en “Bolshy”, canción que le da el arranque real a la fiesta y a “Electric”, álbum al que por ahora no lo podemos adjudicar otro adjetivo que su título. Influencias de la electrónica contemporánea, más que nada en las percusiones, y experiencia.
La antesala prometía y al tercer tema, nos damos cuenta que no nos ilusionamos en vano. “Love is a Bourgeois Construct” nos propone un himno. Sonidos de arranque de milenio, combinados con arreglos vocales dignos de los ’80 y una canción que si salía en los ’90, se entraba derecho en la popularidad mundial. Todo toma un sentido envolvente y oscuro en “Fluorescent”. Con largas olas de sintetizadores violentos y condensados, además de varios cruces constantes y accidentales, brindan al trabajo un pequeño escalón para escuchar, pero que sin embargo, no nos mantendrá pegados a la silla. El descanso de Pet Shop Boys es el dance que muchos, jamás lograran tener.
El ritmo va impregnado en el plástico e insistente sonido que escuchamos de fondo en “Inside a Dream”, que se superpone a la percusión por defecto y a mitad de disco, comienza con el renacer del primer concepto. Ya no son necesarios remixes, de ahora en adelante, todo esto puede ir limpio y hacernos bailar. No son años, es experiencia. Una muy hermosa composición llamada “The Last to Die”, desembarca para colocar cortes repentinos y alguna quebrada de conceptos actuales. Los cambios con vía libre entre el desarrollo general y el estribillo, no son realmente necesarios para hacer que un tema explote y eso es lo que aquí sucede. Hablar del synthpop que desarrollan constantemente y del ritmo adictivo y bailable, a esta instancia, esta demás.
Lo más contemporáneo que podemos escuchar de “Electric” es “Shouting in the Evening”, un tema que recupera esa electrónica húmeda de los boliches del este de Londres, sumamente oscura, brava y violenta. Sin embargo, acá no hay beats, sino que hay teclados y lo único que se puede discutir frente a un conservador, es la programación de batería. Lo fantástico es que esto, en cualquier festival, es un highlight y hablamos de música análoga. Todo comienza a cerrar con la colaboración de Example en “Thursday”, canción que en un primer momento, esperamos que suene actual por los nombres que la componen, pero que sin embargo, trae un poco más del sonido clásico de las grandes épocas de Pet Shop Boys.
Y todo cierra con electrónica bien contemporánea. Se reivindican como precursores del género cuando escuchamos que, con 60 años y tantas influencias a lo largo de su carrera, pueden sacar de la galera un tema como “Vocal”. Es lo que estamos escuchando hoy, sonidos agudos y melodías simples en el medio de una percusión seca y repleta de estallidos. Euforia y dinamismo para terminar un disco maravilloso.
No me tiembla la voz cuando digo que “Electric” va a estar en nuestro conteo de fin de año con lo mejor que nos deja el 2013. Porque si, los Pet Shop Boys hicieron uno de los discos del año. Parejo, incesante y que siempre se mantiene sobre el mismo nivel de calidad, que dicho sea de paso, es altísimo. Suenan contemporáneos, usan recursos de la actualidad y no parecen tener los años que tienen, pero aún así son fácilmente identificables. No es la voz de Neil Tennant, sería muy fácil. Es la esencia que sigue intacta, los pequeños guiños a las grandes épocas que hacen que a pesar del cambio de sonido, sigan maravillando al mundo 32 años después.
Mi puntuación: 9 de 10.